Ante todo, daros las gracias por las propuestas para dar un empujón a la actividad de la página, hay muchas propuestas interesantes y por ahí las vamos estudiando. En ese artículo os quería también contar que en esa busqueda de inspiración había empezado a ver telenovelas antiguas de las que no pude aguantar ni tan siquiera el primer capítulo.
La idea que propone Maggie Bee de escudriñar capítulo a capítulo grandes clásicos del género me parece buena idea. Ocurre que cuando tengo que hablar de novelas buenas todo es tan maravilloso que prefiero comentar telenovelas malas porque me divierto más aunque como dice otra lectora no da para muchos capítulos porque es imposible que suframos tal tormento.
Como ya os habréis dado cuenta, voy a inaugurar la sección de las telenovelas que no he podido ni empezar.
Amor gitano es una de ellas. Telenovela de Televisa protagonizada por Mauricio Islas con unos años y canas menos que en Cielo Rojo y Mariana Seoane.
Personalmente el trato idilico que las telenovelas le dan a los gitanos me carga bastante, no voy a entrar en opiniones personales sobre el colectivo gitano que en España es bastante representativo, cabe decir que estos personajes que nos pintan de Carnaval no tienen nada que ver, ya no por las fachas ni tan siquiera por la ideología que nos muestran. Si es verdad, que la telenovela es de época, y en algún tiempo los zíngaros si existieron.
Otra cosa que también me saca de quicio es que en Europa nos creen reinos ficticios, con lo fácil es ubicar en siglos pasados reinos europeos reales porque aún todavía existen. Así pues ya de entrada los errores históricos me crispan, como para seguir oyendo a los personajes hablando como en verso para darle más credibilidad a la época … ¿Será?
Alejandro Camacho todavía me ha gustado cinco minutos, y aún así hubiera aguantado algún capítulo más. Mauricio Islas me recuerda a la misma pinta locomía que hacía Mario Cimarro en El cuerpo del deseo y será por el efecto de los ojos pintados aunque eso a mi no me desagrada, pero lo reservo más a las estrellas del rock and roll que a los personajes gitanos de telenovela. Y ya lo que me ha decidido a desconectar fue ver a Mariana Seoane vestida de princesa medieval … nada más verla iba pensando a quien me recordaba y después de varios minutos descrubrí que era idéntica a la cerdita Peggie de los teleñecos. Insufrible.
Claro está que después de descartarla, a una le cogen remordimientos a ver si se está perdiendo algo y entonces decide leer la sinopsis ( si muchas veces me lanzo sin saber de que va la historia, y así me va) y después de haber leído semejante folletín no me arrepiento de haberle dado carpetazo.
En un lejano pasado donde las injusticias son pan de cada día, Rodolfo Farnesio, vil señor feudal, se dispone a exigir su «derecho a la pernada» sobre una campesina y para eso irrumpe en la boda de la muchacha. Pero sus planes son interrumpidos por la llegada del noble Renzo el Gitano.
Pronto Renzo se verá obligado a defender a otra víctima de Farnesio. Se trata de la Condesa Adriana de Astolfi que está siendo forzada a casarse con el villano. Para deshacerse del gitano, Rodolfo lo acusa de un crimen que no ha cometido y hace que lo deporten a la Isla de los Condenados, una infecta isla-prisión.
Allá lo sigue Adriana, que bajo la personalidad de «Luna» podrá amarlo libremente. Pero nuevamente, Rodolfo se interpone y los separa. Adriana, ahora amnésica, se convertirá en la esposa de Rodolfo. Tendrá que regresar Renzo, bajo otra identidad, para rescatarla de Rodolfo y de la ex tabernera Isa Valenti quien, a base de chantajes, se ha convertido en la cuñada de Adriana. (Fuente Wikipedia)